domingo, 26 de abril de 2015

Ciberacoso









Nota del editor: Este artículo contiene lenguaje explícito. Lee la historia de un niño que murió por supuesto bullying en Jalisco, México.
(CNN)— Brandon Turley no tenía amigos cuando estaba en sexto grado. A menudo comía solo, pues estaba en una nueva escuela y no conocía a nadie.
Un día, mientras navegaba por MySpace, vio que alguien de la escuela había publicado un boletín —un mensaje visible para muchas personas— en el que declaraba que Turley era “maricón”. Los estudiantes con los que nunca había hablado comentaron y dijeron que estaban de acuerdo.
Al sentirse confundido y molesto, Turley escribió un comentario, en el que preguntaba a sus compañeros de clase por qué decían eso. La respuesta fue aún peor: en MySpace le dijeron que un grupo de 12 chicos quería golpearlo, que debería de dejar de asistir a la escuela y morirse. Mientras caminaba de su casillero hacia la dirección de la escuela para reportar lo que ocurría, los estudiantes le gritaban cosas como “maricón” y “gordito”.
“Era una locura, para mi autoestima fue un gran golpe el no agradarle a la gente a pesar de que no me conocían”, dijo Turley, quien ahora tiene 18 años y va a la preparatoria en Oregon. “No entiendo cómo eso podía ser”.
Un problema persistente
Casi el 25% de los adolescentes han experimentado el acoso cibernético en algún momento, dijo Justin W. Patchin, quien estudia el fenómeno en la Universidad de Wisconsin en Eau Claire. Él y sus colegas aplicaron encuestas formales a 15,000 estudiantes de secundaria y preparatoria a lo largo de Estados Unidos y descubrieron que cerca del 10% de los adolescentes fueron víctimas del ciberacoso en los 30 días previos a la encuesta.
El acoso en línea tiene mucho en común con el acoso en la escuela: ambos comportamientos incluyen acecho, humillación y agresión, dijo Patchin. El ciberacoso presenta retos singulares pues el perpetrador puede mantenerse en el anonimato y atacar a cualquier hora del día o la noche.
Sin embargo, aún se da más acoso en la escuela que en línea, dijo Patchin. Además, entre los jóvenes, es inusual que el acosador en línea sea un perfecto desconocido.
“En nuestra investigación, el objetivo sabe quién es el acosador casi el 85% de las veces; usualmente es alguien de su círculo social”, dijo Patchin.
En la investigación de Patchin también se descubrió que aunque en cierto sentido el ciberacoso es más fácil de perpetrar, los niños que acosan en línea tienden a hacerlo también en la escuela.
Consecuencias duraderas
Se tiene que hablar acerca del ciberacoso más allá de las escuelas, dijo Thomas J. Holt, profesor asociado de Justicia Penal en la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos.
¿Cómo extendemos o encontramos una forma de desarrollar políticas que tengan un efecto real en la forma en la que los chicos se comunican entre sí, partiendo del supuesto de que te pueden acosar en tu casa, desde las cuatro de la tarde hasta la mañana siguiente? ¿Qué clase de efecto tendrá esto en eldesarrollo y salud mental del niño?, dijo.
Holt publicó recientemente un estudio en la revista International Criminal Justice Review en el que usó información que su colega Esther NG recolectó en Singapur. Los investigadores descubrieron que el 27% de los estudiantes que experimentaron el ciberacoso y el 28% de las víctimas del acoso a través de mensajes de texto pensaron en abandonar la escuela o la abandonaron. Estas cifras se compararon con el 22% de los estudiantes que experimentaron acoso físico.
El 28% de los encuestados dijo que habían sido acosados en línea y fueron quienes tenían más probabilidades de decir que habían considerado suicidarse en comparación con el 22% de los que experimentaron acoso físico y el 26% de los que recibieron mensajes de texto acosadores.
En un estudio reciente publicado en la revista JAMA Psychiatry asegura que tanto las víctimas como los acosadores pueden presentar efectos psicológicos duraderos. Las víctimas de acoso presentaron una incidencia mayor de agorafobia —una condición en la que la gente no se siente segura en lugares públicos—, sufre ansiedad generalizada y trastorno de pánico.
Quienes fueron tanto víctimas como acosadores estaban en mayor riesgo de presentar depresión juvenil, trastorno de pánico, agorafobia en el caso de las mujeres y probabilidad de suicidio entre los varones. Quienes solo eran acosadores presentaron un riesgo de desarrollar trastorno de personalidad antisocial.
Reportar el ciberacoso
Como todo lo que hacemos en línea deja una huella digital, es posible rastrear las fuentes anónimas del acoso en la red, dijo Patchin, quien señaló que las pruebas tangibles del ciberacoso podrían estar más claramente definidas que las clásicas situaciones de acoso de “tu palabra contra la mía”.
Patchin aconseja a los niños víctimas de ciberacoso que conserven las pruebas —ya sea un correo electrónico o una publicación en Facebook— para que puedan mostrárselas a los adultos de su confianza. Históricamente ha habido algunos problemas con las escuelas que no castigan el acoso si este no ocurrió estrictamente en la escuela, aunque en la actualidad la mayoría de los educadores se dan cuenta de que tienen la responsabilidad y la autoridad para intervenir, dijo Patchin.
Las soluciones no siempre están claras, incluso en la escuela.
La madre de Turley llamó a la escuela, pero los estudiantes involucrados sólo recibieron una plática como castigo. Ella dijo que, al menos en ese entonces, el ciberacoso no se consideraba un comportamiento relacionado con la escuela.
“Tenía tanto miedo de la gente”, dice Turley, mientras explica por qué asistió a secundarias diferentes en sexto, séptimo y octavo grado. Se mantenía callado durante la mayor parte del año y apenas hablaba con otros estudiantes.
Turley volvió a socializar poco a poco en octavo grado, cuando empezó a publicar diarios en video en YouTube. Pronto, otros estudiantes le estaban pidiendo que les ayudara con los proyectos en video de la escuela, a grabar las competencias de atletismo y a hacer otros proyectos en video.
En la preparatoria, Turley descubrió una organización llamada WeStopHate.org, una organización no lucrativa dedicada a ayudar a las personas que habían sido víctimas de acoso y les daba un espacio seguro para compartir sus historias.
Turley diseñó el sitio web de WeStopHate.org y la mayoría de sus gráficos y está activamente comprometido con su organización. 
Control parental
Ahsley Berry, de 13 años, también experimentó experiencias desagradables con sus compañeros. Cuando tenía 11 años, uno de ellos le tomó fotos y creó una página de Facebook sobre ella, aunque negó haberlo hecho cuando Ashley confrontó al estudiante del que sospechaba.
“Se mencionaban cosas como a dónde había ido a la escuela, de dónde era mi familia, cuándo era mi cumpleaños, no había configuración de seguridad activa; fue aterrador”, dijo.
La página en sí no hizo daño ni contenía comentarios crueles, dijo Ashley. Sin embargo, su madre, Anna Berry, estaba preocupada por la falla de seguridad y lo puso en contexto con las otras cosas que estaban pasándole a su hija en la escuela: sus amigos dejaban de invitarla a las fiestas de cumpleaños y la dejaban sola en la mesa a la hora del almuerzo.
“Veías a una chica que debería estar sumamente feliz, pero que llegaba a casa y simplemente se encerraba en su habitación”, dijo Berry.
Berry tuvo que involucrar a la policía para que desactivaran la página de Facebook. En séptimo grado, el año que cursa actualmente, Ashley entró a una secundaria diferente.
Actualmente, Berry tiene reglas estrictas para la conducta de su hija en línea. Conoce las contraseñas de Ashley y está conectada con su hija en todas las redes sociales de las que la adolescente es miembro.
Soluciones técnicas a problemas técnicos
Los padres, los familiares, los proveedores de servicios de internet y de tecnología pueden unirse para pensar en la forma en la que los niños usan la tecnología, dijo Holt.
Las aplicaciones que controlan el tiempo que los niños pasan en la red, junto con otros dispositivos de control parental fáciles de usar, dijo Holt. 
Los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) están trabajando en una solución aún más automatizada: un sistema que proporcione a las víctimas de acoso estrategias para sobrellevarlo, que anime a los posibles acosadores a detenerse a pensar antes de publicar algo ofensivo y que permita que los espectadores defiendan a las víctimas, dijo Henry Lieberman.
Los estudiantes de Lieberman, Birago Jones y Karthik Dinakar, están trabajando en un algoritmo que detectaría automáticamente las palabras de acoso. El grupo de investigación descifró la clase de enunciados ofensivos que se construyen comúnmente y las agruparon en categorías como insultos raciales/étnicos, insultos a la inteligencia, acusaciones sobre sexualidad y rechazo/aceptación social.
Aunque no comprende todas las frases potencialmente acosadoras que pueden construirse en línea, los científicos del Laboratorio de Medios del MIT tienen una base de datos con más de un millón de enunciados. Han pensado en la forma en la que algunas oraciones, como “te ves genial cuando usas lápiz labial y vestido” pueden ser ofensivas si se envían específicamente a varones.
La idea es que si alguien trata de publicar un enunciado ofensivo, el acosador potencial recibiría un mensaje como: “¿Estás seguro que quieres enviar esto?” y podría “aparecer” algún material didáctico acerca del acoso. Sin embargo, Lieberman no quiere vetar a la gente automáticamente.
Lieberman y sus colegas están usando las técnicas de aprendizaje de su dispositivo en el sitio web A Thin Line, asociado con la cadena de televisión estadounidense MTV, en el que cualquier persona puede escribir su historia acerca del ciberacoso, leer acerca de las distintas formas que adopta la falta de respeto en línea y encontrar recursos para obtener ayuda. El algoritmo de los investigadores trata de detectar el tema de cada historia y compararlo con otras historias similares. Han descubierto que el tema más frecuente es el sexting (mensajes de texto con contenido sexual), dijo Lieberman.
“Estamos tratando de encontrar sitios de redes sociales que quieran asociarse con nosotros para que podamos poner más de estas cosas en el mundo real”, dijo Lieberman.
Turley y Rigal están promoviendo la idea de poner un “botón de acoso”en Facebook para que la gente pueda reportar el ciberacosoformalmente ante la red social y que suspenda a los acosadores por un periodo determinado. No han recibido respuesta aún, pero esperan que tome impulso.
Mientras tanto, Turley se siente más seguro en la escuela que antes.
“Definitivamente los tiempos han cambiado, poco a poco la gente crea consciencia”, dijo. “Al menos en mi escuela, veo que hay mucho menos acoso y más aceptación en general. La gente apoya a los suyos”..




martes, 21 de abril de 2015

Redes sociales y los suicidios en jóvenes



Redes sociales las redes sociales en internet son aplicaciones web que favorecen el contacto entre individuos. Estas personas pueden conocerse previamente o hacerlo a través de la red. Contactar a través de la red puede llevar a un conocimiento directo o, incluso, la formación de nuevas parejas.

“Publicar tu suicidio como próximo evento en redes sociales”, es el nombre de la página de Facebook que tiene más de 4 mil 400 “Me gusta”, algunos adolescentes en el mundo han sido víctimas de este tipo de incitaciones que se suscitan en Internet, provocaciones que los han orillado al suicidio.
Las Redes Sociales juegan un papel importante e imprescindible en el mundo actual, podemos crear grandes personalidades, destruir Gobiernos, impulsar y posicionar empresas, marcas y, desafortunadamente, las historias más crueles ya circulan en Internet, los suicidios anunciados ya forman parte de las cifras que estremecen al mundo.
Los suicidios se han convertido en un problema de salud pública en el mundo. Datos de laOrganización Mundial de la Salud (OMS) revelan que aproximadamente un millón de personas se suicidan cada año, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos, cifra que supera el conjunto de defunciones por homicidios y guerras. De acuerdo con las estimaciones realizadas por la OMS, se prevé que para el año 2020 ocurran 1.5 millones de muertes por esta causa en todo el mundo.
El suicidio en adolescentes de 15 a 19 años de edad figura como la segunda causa de muerte en el mundo (100 mil adolescentes fallecen por esta causa cada año).
La Asociación Psiquiátrica Mexicana dio a conocer que la tasa de suicidios entre los mexicanos aumentó 400 por ciento en sólo tres décadas; la frecuencia de estos incidentes pasó de dos muertes por heridas autoinflingidas por cada 100 mil habitantes a 7.6.
Considerada la tercer causa de mortalidad entre los jóvenes, el suicidio ha escalado cuatro veces desde hace tres décadas. El 42% de los casos ocurre en jóvenes de entre 15 y 24 años.
Datos alarmantes de la Asociación Psiquiátrica Mexicana destacan que 5 mil 718 mexicanos se quitaron la vida en 2011, la mayoría de los casos fueron consecuencia de trastornos mentales que no fueron atendidos correctamente o fueron ignorados.
El ciberbullying o ciberacoso se ha convertido en una preocupación cada vez mayor en toda Europa, a pesar de que no existe un consenso sobre la magnitud del fenómeno, el número de niños y niñas, jóvenes y adultos afectados es muy elevado.
En mayo se celebró en Madrid, España, la primera Conferencia Europea sobre Ciberacoso, organizada por la Confederación de Organizaciones Familiares de la Unión Europea(COFACE), en colaboración con la Asociación General de Consumidores, ASGECO, este encuentro reunió a especialistas del ciberacoso de más de 15 países europeos, incluyendo organizaciones no gubernamentales, fundaciones, líneas de ayuda, organismos públicos y la Policía.
Casos recientes
En México, el pasado 21 de junio, la Procuraduría General de Justicia de Sonora confirmó el hallazgo del cuerpo de Alexis Omar Balderrama Gutiérrez, de 23 años de edad, quien se quitó la vida con un arma de fuego y lo anunció en Redes Sociales.
Minutos antes de suicidarse, el joven envió un mensaje de despedida por las Redes Sociales y posteriormente se disparó con una pistola calibre 40, en Nogales, Sonora.
Alexis Omar Balderrama Gutiérrez, antes de suicidarse escribió en Facebook: “Ya no puedo más amigos me rindo cuídense mucho sobre todo mi familia k la amo perdóneme ama y mi hijo”.
Este mensaje generó alarma de sus amigos, quienes trataron de llamar su atención y tranquilizarlo, no obstante, horas después la policía del estado de Sonora encontró el cuerpo del joven dentro de su casa.
Ask.fm ha cobrado varias víctimas
El sitio Ask.fm permite que se escriba en los perfiles de las personas desde el anonimato lo que ha fomentado que varios lo utilicen para burlarse; cinco adolescentes víctimas de burlas decidieron quitarse la vida en Inglaterra.
David Smith hizo un llamado al primer ministro de Inglaterra, David Cameron, para que se cierre el sitio Ask.fm pues “gana millones con las desgracias de la gente”, luego de que su hija de tan sólo 14 años se quitara la vida luego de recibir constantes humillaciones de anónimos inmersos en la red social.
Pero este no sería el único caso donde un menor se quita la vida por comentarios en esta página, ya que según los registros del Daily Mail serían al menos cinco los adolescentes (entre 12 y 16 años) que tomaron la misma decisión en el Reino Unido durante el último año.
En 1996 nació Ask.fm fue conocido en un principio como Ask Jeeves, donde Jeeves es el nombre de un mayordomo, cuyo avatar fue dibujado por Marcos Sorenson, el cual buscaba las respuestas a cualquier pregunta.
Estremece Brasil
Un niño de 13 años asesinó a sus padres que trabajaban de policías, a su abuela y a su tía-abuela. Luego, asistió a clases y, al regresar, se suicidó, esta noticia estremeció a Brasil.
Las primeras investigaciones indican que aparentemente el asesino fue el niño Marcelo Pesseghini, porque las cámaras de seguridad muestran que el auto de la madre fue estacionado a la una de la madrugada cerca de la escuela y la única persona que descendió, por la mañana, fue el adolescente.
Las pesquisas señalan que el niño asesinó a su familia y también se quitó la vida, con una pistola calibre 40. Marcelo era zurdo y murió de un disparo en la sien izquierda, lo que refuerza la hipótesis del suicidio. Dentro de las indagaciones, la policía analizó las redes sociales del niño y encontró en su perfil de Facebook que usaba como imagen principal la del asesino de un videojuego.
Amanda Todd
Amanda Todd, una estudiante de 15 años de Port Coquitlam, en el oeste de Canadá, se suicidó el 10 de octubre de 2012.
Un mes antes de quitarse la vida, la adolescente había enviado a Youtube un cortometraje en el que iba pasando cartulinas blancas donde en rotulador negro contaba el abuso que decía haber sufrido.
Relató que a través de una cámara web envío la imagen de sus pechos desnudos a un usuario que había contactado con ella en un chat de Internet y que luego le pidió que “hiciera un show” para él. Los hechos ocurrieron cuando ella tenía 12 años, pero un año después él colgó la foto en Facebook y los compañeros de colegio de la chica se enteraron.
El poder de las Redes Sociales no es cosa de juego, el ciber bullying se suscita en cualquier parte del planeta, noticias estremecedoras de suicidios aparecen en los medios de comunicación.
Algunos jóvenes utilizan las Redes Sociales para dar a conocer situaciones por las que atraviesan, situaciones en donde no tienen el control, el suicidio en adolescentes de 15 a 19 años de edad figura como la segunda causa de muerte en el mundo, estemos alerta para prevenir alguna muerte anunciada.